lunes, 16 de mayo de 2011

Una Tarde Para Recordar

El día que más recuerdo, fue esa tarde soleada en el parque. Estábamos Max sentados pensando en nuestra madre, lo tierna y bella que era, nunca olvidaré aquella sonrisa que hacía alegrarme el día.
Pero odio el día en que un ebrio conduciendo la atropelló, quedando muy grave en el hospital. Al día siguiente murió. No podía creer, semanas de dolor, la extrañaba mucho. Para mi padre era algo que le faltaba, lo que más amaba ya no estaba, para Max fue el más fuerte, no lo vi llorar, pero su cara demostraba dolor. Todos la extrañábamos.
Esa tarde, se cumplían dos años de su muerte, y la seguía extrañando, se lo comentaba mil veces a Max, pero él me anima diciendo: “Cada vez que pienses en mamá, ella está viva en nuestro recuerdo”…